POEMA A MI HIJO, SELECCIONADO

Aunque no ganó premio, este poema a mi bebé fue uno de los seleccionados de 432 participantes de varios países en el III Premio de Poesía Gertrudis Gómez de Avellaneda en España. Ya lo había publicado aquí como "El suéter de Antonio José" y para el concurso lo llamé "Hebras y desnudez." Surgió al llegar una noche tras haber estado ausente de mi bebé durante todo un largo día y lo hallé dormido, lo besé y me paseé por su armario viendo prendas que ya no le quedaban.

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HEBRAS Y DESNUDEZ

Ahora, cuando su mente viajera no sabe de mí,

la señal de mi piel busca en sus mejillas mi anhelo de hace horas.

Veo las sonrisas prisioneras de su ropero.

Tomo un suéter de cuando él era otro que apenas me reconocía.

Esto, que fuera una nube florecida y luego un río corriendo entre agujas,

es el espejo de un niño cuyo aroma fue robado por el calco ido de su torso.

Estos hilos han dejado de jugar a los títeres con su forma,

pero los átomos de mi hijo ahora bailan sobre mis manos y mi nariz.

Las costuras no pueden contener la quietud que él les ha dejado.

Las mangas son letargos agobiados por no abrazarlo.

Ya no es este tejido un abrigo,

sino una imagen escondida que renace y me mira sin él.

Ya no sabrá cubrir su pecho,

que conocerá otras orillas distantes de mis brazos

aferrados a esta tela que es él respirando.