Friday, December 15, 2006

SIETE POEMAS por Alfonso León Daza Vargas

Aquí van otros siete que he escrito en distintas épocas, estados y momentos. Seguiré escogiendo algunos más para mostrarlos.


I

Tan pequeña y todo lo abarcas.
No alcanzo para que quepas en mí.
Mis ojos no acaban de mirarte.
Y he buscado la grandeza en otra tierra.
Mides mi ternura con tus labios.
Siempre poca para llegar a mojarte.
Mi piel es hormigas y hierba.
Y tus pétalos más bien pradera.
Han soñado mis pájaros un nido.
Y hallaron un árbol más ancho que el cielo.
Ahora el cielo tiene altura de trinos.
Y tu risa nombra todos sus colores.
Solía anhelar lo brillante.
Solicitaba llamas y claridades.
¿Podría ahora querer astros y estelas?
Tu rostro y tu pecho son constelaciones.
Y no sólo alumbran: me amamantan.



II

Todo este mundo se quedó detenido ese día
oliéndote, mirándote, bebiendo tu sabor.
La memoria rueda hasta tus orillas
y me rodea todo el mar, tu abrazo;
algas enredándome, olas furiosas, tu cabello.
Sigo atado con tus venas
y sumergido en tu vegetación,
mujer salvadora, noche y luna ubérrimas,
oasis y verdor tras tanto ayuno,
amanecer sobre una playa tras un naufragio.



III

Una noche hueca se hizo luna y candela
e hirvieron de espuma mis playas:
como una armada invasora de un islote
manó sobre mi corazón tu vida.
Desde que tus manos aliadas del rocío
y tus labios de alas y colmenas
crearon disimulados
una celda con armonías del agua
y la pastura
y encierro de musgos,
prefiere mi sueño esta cautividad,
no la desazón solitaria
de una llanura poblada y multívora.
No parecería larga la vida
si anduviese largos días más
y debiera otra vez adorarte.



IV

Primero manantial y luego arroyo
y una profusión caudalosa que me enseñó la suavidad.
Vi toda emoción transfigurada
cuando tus ojos me anunciaran
todo el embrujo que aguardaba unos besos
caminantes ahora en una sola ruta
por un valle que no he acabado de recorrer
y una sola aurora lumbre de cada instante
cuyo único límite concebible
no lo tiene el término de este nacimiento bendito
que me hizo tuyo.


V

Si no te humedecieran mis poros
- sueño encarnado, logos ginécido de mi universo-
pensaría que eres lo mismo que la música.
Si no acostumbrara recorrer esa antigua senda
- manantial del sino, umbral del hálito genífero
y la resurrección-
supondría que es uranio tu cuerpo.
Y consideraría un ensueño esta eternidad visible
y otra vez merodearían por el templo
los dioses que han inventado los hombres,
los fuegos veleidosos
cuyas aras tú,
alada victoria,
ocupaste al ungirme.


VI

Ave sonriente ; sápido canto.
Nube yerbiza ; cántaro móvil.
Alba cantiga ; árgira joven.
Luna mojada ; lúbrica lumbre.
Uva desnuda ; lágrima ebria.
Cítara mansa ; flúvida danza.
Ínsula tenue ; trémulo árbol.
Agua dormida ; jícara dulce.



ELLEGRAMA DE LO PRETERIDO CON TU AVENIR

llanto
lleneza llovediza
llagante llaneza
llano llovecido
llave
llamada llena
llama llegada
llevados lloros
lluvia

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1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Muchas felicitaciones Leo!!!!!!
Estos poemas son hermosos. Que talento!!

5:56 AM

 

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